miércoles, 11 de abril de 2012

Cree el ladrón que todos son de su condición.

La semana pasada el Gobierno anunció una amnistía fiscal, lo que despenalizaría a aquellos evasores de impuestos que ahora quisieran sacar a la luz el dinero negro que acumulaban. Una medida que parece ser sólo ha cumplido los objetivos de aumentos de ingresos para el Estado en tan sólo un 10% de los países que aplicaron tal medida en el pasado. Amnistía que, además, deja con cara de bobo a todos aquellos que han cumplido religiosamente con sus obligaciones fiscales.

Hoy, el Gobierno ha anunciado que será considerado "como delito de atentado contra la autoridad la resistencia activa o pasiva grande ante las fuerzas de seguridad" (http://www.elmundo.es/elmundo/2012/04/11/espana/1334141729.html), así como que el convocar actos violentos podrá ser "integración en organización criminal".

Pues bien, parece ser que para el Gobierno no es tan grave que hayan grandes fortunas que evadan impuestos, puesto que ahora se les libra de toda pena por decirlo. Sin embargo, sí será delito el seguir manifestándose en una plaza, de manera pacífica, cuando la policía decida que ya no puedes seguir manifestándote en ella, porque eso sería un ejemplo de atentado contra la autoridad por resistencia pasiva, ¿no?. 

Creo que es una mala noticia para España, para los mercados, y sobretodo para la democracia, pues conceptos jurídicamente tan vagos como la "resistencia pasiva grande" son típicos de países totalitarios que quieren acabar con todo tipo de revuelta del pueblo. 

Todo tipo de agresión debería ser castigada, así como deberían ser castigados todos aquellos evasores de impuestos y políticos corruptos, pues todos ellos son y han sido criminales. Ahora parece ser que también serán criminales los que se nieguen a abandonar una manifestación pacífica.

Si la democracia significa descriminalizar a evasores de impuestos, no encarcelar a políticos corruptos, y punir a los manifestantes pacíficos, no creo en esta democracia.